Violencia vicaria, violencia silenciada
Violencia vicaria, violencia silenciada: conoce un poco más sobre este tipo de violencia de género.
Por lo que se refiere a la violencia la Organización de las Naciones Unidas (ONU) la define como:
«El uso intencional de la fuerza física o el poder real o como amenaza contra uno mismo, una persona, grupo o comunidad que tiene como resultado la probabilidad de daño psicológico, lesiones, la muerte, privación o mal desarrollo”.
A su vez el Ministerio de Igualdad del Gobierno de España define la violencia de género como “una de las manifestaciones más claras de la desigualdad, subordinación y de las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres”.
Así, dentro de estas relaciones de poder aparece un factor que, y a pesar de que poco a poco se tiene más en cuenta, sigue siendo olvidado por la mayoría de instituciones. Estos son los niños y niñas que se encuentran a cargo de la pareja.
Ya sean hijos o hijas biológicos/as de la pareja o no, el agresor puede utilizar a los menores como arma arrojadiza para hacer daño a la mujer, es lo que se denomina como Violencia Vicaria.
Es por esto que la Violencia Vicaria se considera como la expresión más cruel de la violencia de género, ya que se daña a la mujer indirectamente mientras se agrede a sus hijos/as o menores a cargo de forma directa.
Esto no solo daña a la víctima, sino también a los niños y niñas psicológica, física e incluso sexualmente.
Al mismo tiempo hablamos de que la violencia vicaria es silenciada o invisible debido al mito de que cuando una mujer sufre violencia de género esta no llega a sus hijos, siendo completamente falso.
Se ha demostrado en más de una ocasión que la violencia dentro del núcleo familiar, sea como sea y venga de donde venga, afecta de forma negativa a los menores y a su desarrollo personal, físico y emocional.
Desde 2013, en España se han contabilizado 57 niños y niñas asesinados como causa directa de la violencia vicaria, según Amnistía Internacional.
Como colofón, la Violencia de Género ha dejado 438 huérfanos, y en España las Instituciones jurídicas y políticas no están todavía del todo preparadas para este problema social.
Ya en su momento el Comité de la CEDAW, el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, condenó al Estado español por negligencia;
Sin embargo, las muertes continuaron subiendo, y las medidas creadas siguen siendo insuficientes para poder proteger a un grupo tan vulnerable como lo son las niñas y los niños.